Hicimos un estudio etnográfico para entender cómo los habitantes de un barrio perciben la instalación de un nuevo proyecto inmobiliario. Con este insumo, la empresa tomó decisiones estratégicas y de diseño.
El cliente, una inmobiliaria en formación al interior de un holding de empresas, buscaba desarrollar un sello coherente que valorara el respeto por las comunidades y las personas, de diseño digno y de co-responsabilidad con los territorios. En ese contexto, y con el motivo de testear para su edificio corporativo una metodología de aproximación temprana a los territorios donde emplazarán sus proyectos, se les propuso desarrollar un estudio con enfoque etnográfico para entender quiénes son las personas que allí viven, cuáles son sus expectativas de este nuevo vecino, y qué cosas son importantes para la comunidad y se deben respetar en el barrio.
El estudio partió con un levantamiento de actores del territorio, y en paralelo un catastro de infraestructura comunitaria, comercial y de esparcimiento en el área delimitada. Además se realizaron entrevistas en profundidad a vecinos, empresarios del sector, artistas y autoridades.
Mediante talleres estratégicos, junto con el equipo de diseño de la inmobiliaria, se terminó por configurar el diseño final y su modelo de gestión asociado.
Este ejercicio lo denominamos Modelo de Empatía Territorial, que tiene como driver la reconfiguración de las relaciones entre las personas y los proyectos que se desarrollan en sus entornos, primero entendiendo el contexto mediante una intervención focalizada en actores estratégicos, para luego generar y diseñar acciones concretas de confianza.
En el caso de este proyecto, el diseño del cierre perimetral de la obra es el primer punto de contacto entre el proyecto y los vecinos, aportando a la transparencia e información de utilidad para la comunidad. El diseño gráfico fue implementado por la agencia Iv Estudio.